Estube 30 días debajo de un olmo esperando a que cayeran las peras hasta que me dí cuenta que el refrán empezaba " No pidas peras al olmo...".
Entonces decido ir al mercado a comprar 1 kg de peras muy caras porque el frutero se empeña en que habiían estado en una "conference" de no se donde y tenía que pagar las tasas del viaje.
Una vez en casa intento pelar las peras, eso si, con cuidado para no quedarme solo con el corazón.... En una cazuela dispongo el azúcar, la rama de canela y la corteza de limón. Abro las botellas de vino, concretamente 5, para cubrir por entero las peras, empiezo a llenar el recipiente y me doy cuenta que no he probado el vino en cuestión. Después de haberme bebido 3 botellas, solo con la intención de contrastar que es bueno y con una borrachera fácilmente identificable en Paseo de Gràcia esquina Diagonal con dos señores de la guardia urbana, doy paso a la difícil tarea de intentar poner las peras dentro de las botellas de vino, viendo al cabo de 1 hora que solo me queda el rabillo de la fruta y que es físicamente imposible. Entretanto el líquido y los elementos del recipiente se han reducido tanto que han prendido fuego a la cocina y termino en gayumbos en la calle, comiendo unas chips nuevas con sabor a " peras la vino".
Entonces decido ir al mercado a comprar 1 kg de peras muy caras porque el frutero se empeña en que habiían estado en una "conference" de no se donde y tenía que pagar las tasas del viaje.
Una vez en casa intento pelar las peras, eso si, con cuidado para no quedarme solo con el corazón.... En una cazuela dispongo el azúcar, la rama de canela y la corteza de limón. Abro las botellas de vino, concretamente 5, para cubrir por entero las peras, empiezo a llenar el recipiente y me doy cuenta que no he probado el vino en cuestión. Después de haberme bebido 3 botellas, solo con la intención de contrastar que es bueno y con una borrachera fácilmente identificable en Paseo de Gràcia esquina Diagonal con dos señores de la guardia urbana, doy paso a la difícil tarea de intentar poner las peras dentro de las botellas de vino, viendo al cabo de 1 hora que solo me queda el rabillo de la fruta y que es físicamente imposible. Entretanto el líquido y los elementos del recipiente se han reducido tanto que han prendido fuego a la cocina y termino en gayumbos en la calle, comiendo unas chips nuevas con sabor a " peras la vino".
Conclusión: me parece que otra vez iré al super a ver si encuentro unas en conserva...
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